Relación de Rodrigo Paz y Edman Lara
Ilustración: El Post

Razón o emoción: el choque que marca la política boliviana

El Post

Lo esencial: La política boliviana enfrenta un choque decisivo entre dos formas opuestas de entender el poder: el modelo institucional y republicano del presidente Rodrigo Paz Pereira versus el estilo emocional y confrontacional del vicepresidente Edmand Lara, según analizaron Yerko Ilijic y Diego Ayo en su programa Acidez del 28 de noviembre.

Por qué importa: Este enfrentamiento representa más que una disputa personal: define si Bolivia mantendrá una democracia basada en deliberación y procesos institucionales, o quedará atrapada en una “democracia de la atención” donde solo importa la emoción inmediata, advierten los analistas.

El fenómeno Lara: Los conductores del programa Acidez describen a Lara como un actor político que “crece, muta e improvisa” y opera de manera impredecible dentro del nuevo gobierno. 

Para explicar su ascenso, utilizan el concepto del “depredador político” del ensayista, novelista y politólogo italo-suizo, Giuliano da Empoli.

  • Para este ensayista, los “depredadores políticos” son líderes autoritarios y nacional populistas que explotan el ecosistema digital para ejercer un poder autocrático.
  • Sin dar explicaciones ni tolerar límites, aprovechan la revolución digital, con las redes sociales para expandir sus posibilidades políticas rompiendo las reglas establecidas y debilitando a las instituciones democráticas tradicionales.
  • El depredador político es, para da Empoli, un actor que aprovecha la brecha entre la rapidez emocional del mundo digital y la lentitud de las instituciones democráticas.
  • Domina un modelo de acción política centrado en lo emocional y lo inmediato.

Dos metáforas para entender a Lara: Los analistas proponen dos interpretaciones sobre el origen político del vicepresidente.

  • Lara como Frankenstein: Una creación política de Paz Pereira que se rebeló después del debate electoral contra JP Velasco, donde “no dio la talla”, según Ayo. El punto de quiebre marcó su ofensiva contra el presidente.
  • Lara como “la sustancia”: Un clon político de Evo Morales que, en lugar de devolverle poder al original, lo absorbe y se apropia de su base social.

Las tácticas del vicepresidente: Ilijic y Ayo identifican tres herramientas principales que Lara utiliza en su estrategia política.

  • Dominio digital: Su poder está completamente vinculado a las redes sociales, que convierte en su territorio natural.
  • Narrativa del victimismo: Convierte cuatro experiencias personales (conflicto con su padre, la institución policial, su esposa y Rodrigo Paz) en el centro de su identidad pública.
  • Mensajes simples: Ofrece soluciones rápidas y fáciles de entender con imágenes cotidianas, independientemente de que no sean factibles.

El debate sobre subsidios: Los analistas señalan que el tema de los subsidios es donde la diferencia entre ambos modelos se vuelve más evidente.

  • Visión de Paz: Levantar o reformar los subsidios es un proceso difícil pero necesario e inevitable para que el país salga de la crisis económica.
  • Visión de Lara: Defensor del subsidio y del “facilismo”, apoyado por sectores como los cooperativistas mineros, favoreciendo resultados inmediatos aunque no sean sostenibles.

Qué dicen: Los analistas expresan su opinión sobre la situación política actual.

  • Lara llegó al borde del llanto en una entrevista donde decía que el Presidente “no le contesta el teléfono”, comentaron.
  • Ilijic y Ayo usan una metáfora de un viaje por tierra a Los Yungas: Paz sería el padre que conduce con cuidado respetando curvas y tiempos, mientras que Lara sería el niño que solo pregunta “¿falta mucho?” sin interesarse por el proceso.

Entre líneas: Ambas metáforas sobre Lara confluyen en una misma idea: es un híbrido entre la criatura que actúa por resentimiento y el clon que opera por cálculo. 

  • El análisis sostiene que hoy cualquier persona con internet siente que tiene el mismo nivel de conocimiento que una autoridad, y en ese ambiente, la emoción vale más que el dato.

La conclusión: Ilijic y Ayo advierten que el ascenso del modelo que representa Lara no es solo un riesgo para Paz, sino para la lógica misma de la democracia, al convertir cualquier ajuste fiscal o reforma en un acto “contra el pueblo”, dificultando la toma de decisiones necesarias para la estabilidad del país.

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