Tras su victoria, Paz perfila alejarse de Venezuela, Cuba y Nicaragua
Lo esencial: Tras ganar el balotaje, Rodrigo Paz perfila un giro pragmático en la política exterior de Bolivia, al priorizar soluciones económicas sobre la ideología y distanciarse de los gobiernos de izquierda radical de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Por qué importa: El cambio, tras dos décadas de hegemonía del MAS y sus relaciones internacionales, implica un giro de política exterior en un contexto de crisis multidimensional con economía debilitada, escasez de combustibles y falta de divisas.
- Paz anuncia “abrir Bolivia al mundo” para atraer inversión y reactivar la economía.
- El MAS privilegió el acercamiento con gobiernos de izquierda.
El nuevo enfoque: Paz ha sido enfático en sus declaraciones sobre la nueva diplomacia boliviana.
- “No voy a introducir ideología, voy a introducir soluciones”.
- “Espero que Bolivia vuelva al mundo y que el mundo vuelva a Bolivia”.
- “Nuestra condición de relacionamiento es sobre la base de la democracia”.
- “Hay que abrir Bolivia al mundo, retomar un rol que perdimos geopolíticamente y geoeconómicamente en las dos últimas décadas”.
Los no invitados:
- Paz confirmó que no invitará a su posesión del 8 de noviembre a los presidentes de Cuba (Miguel Díaz-Canel), Venezuela (Nicolás Maduro) y Nicaragua (Daniel Ortega).
- “No son democráticos ninguno de esos tres. Claramente no lo son y yo no quisiera que mi país fuera ninguno de esos tres”, dijo.
- En contraste, invitó formalmente a María Corina Machado, líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz 2025.
Principales casos
Estados Unidos:
- Paz buscará restablecer las relaciones diplomáticas deterioradas desde 2008 y confirmó su intención de reabrir la embajada estadounidense en La Paz.
- Adelantó que invitará a la DEA y otras instituciones internacionales y que priorizará agregados comerciales sobre diplomáticos porque necesita “gente que traiga negocios a Bolivia”.
- Estados Unidos señaló que la elección inaugura una “oportunidad transformativa para ambas naciones”.
Chile:
- El presidente electo expresó la necesidad de retomar relaciones y abogó por “una relación comercial diferente con Chile” que implique un pre puerto o puerto seco.
- “Ya no podemos pedir nada” en el juicio sobre la salida al mar, dijo.
- Mencionó una nueva etapa de colaboración enfocada en conectividad, lucha contra mafias fronterizas y desarrollo de corredores bioceánicos.
Venezuela, Cuba y Nicaragua:
- Paz mantiene una línea de ruptura con estos regímenes, tras haber calificado al de Maduro como “dictadura” durante su campaña.
- Su política implicaría suspender las relaciones diplomáticas normales, lo cual marca un giro con respecto a los gobiernos del MAS que fueron aliados de estos países.
Irán:
- Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina, informó que Paz o miembros de su posible gabinete manifestaron estar “dispuestos a terminar con ese acuerdo con Irán” vigente desde 2007 que incluye proyectos en minería, tecnología y defensa.
Rusia:
- Paz adoptará una posición pragmática y respetará los acuerdos mercantiles vigentes.
- Sin embargo, remarcó la necesidad de transparencia en contratos como los del litio con Rusia y China y afirmó que “ni usted ni yo los conocemos”.
Unión Europea:
- La UE felicitó a Bolivia tras la elección y expresó que espera colaborar con la nueva administración en cooperación internacional, inversión, derechos humanos y gobernabilidad, siendo parte de la agenda de Paz de “abrir Bolivia al mundo”.
BRICS:
- Rodrigo Paz ve a los BRICS como “buenos, es un buen grupo comercial”, con una postura positiva hacia la integración comercial condicionada a la transparencia y al beneficio mutuo para Bolivia.
Respaldo internacional: Estados Unidos y ocho países latinoamericanos anunciaron el martes su disposición a apoyar al futuro gobierno de Bolivia a “estabilizar la economía del país”.
- El documento está firmado por los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Trinidad y Tobago.
Qué sigue: Paz asumirá el cargo el 8 de noviembre ante una crisis multidimensional que incluye estanflación y desequilibrios estructurales, con el desafío de implementar su visión pragmática de política exterior en un país que necesita urgentemente inversión y reactivación económica.
