El Post

Lo esencial: El gobierno de Rodrigo Paz ha ido retirando sistemáticamente símbolos “plurinacionales” y restaurando emblemas republicanos, marcando una ruptura con la estética del MAS, pero sin modificar el marco constitucional que protege estos símbolos.

El último de los cambios fue el repliegue del escudo del Ejército, que incluía la wiphala y otros símbolos “plurinacionales” y la restitución del emblema anterior a 2010.

Por qué importa:

Estos cambios representan un giro hacia una visión “clásica/nacional” de la identidad estatal que opera mediante ajustes administrativos y protocolares.

Este proceso se da evitando confrontaciones legales con la Constitución de 2009.

Los cambios implementados: El Gobierno ha ejecutado modificaciones sensibles en la simbología estatal a través de medidas administrativas.

Wiphala retirada: Removida del frente del Palacio Quemado poco antes de la asunción de Paz.

Escudo del Ejército: Restaurado a su versión anterior a 2010, eliminando wiphala, flor de patujú y kantuta.

Escudo Nacional: Implementado como símbolo gráfico central en ministerios y plataformas oficiales.

Chakana eliminada: La cruz andina fue removida del diseño institucional del gobierno.

Símbolos religiosos: La Asamblea aprobó el uso formal de la Biblia y el crucifijo para juramentos, algo excluido en la gestión del MAS.

“Grito de guerra”: La gestión de Paz suplió el lema izquierdista “Patria o muerte” por el conservador “Dios, Patria y Familia”.

El marco legal vigente: La estrategia de Paz evita cualquier confrontación con el marco normativo constitucional existente.

La Constitución Política del Estado de 2009 reconoce expresamente la wiphala como símbolo del Estado.

El Decreto Supremo N.º 241 (5-ago-2009) reglamenta la wiphala como “símbolo sagrado”.

En julio de 2025, el país celebró una resolución de la ONU que reconoce la wiphala como símbolo de armonía.

Los cambios de Paz se limitan al terreno del protocolo y la identidad visual, considerados acciones administrativas del Ejecutivo

Qué dicen: Los analistas consultados interpretan la estrategia como cautelosa, pero simbólicamente significativa.

Paz afirmó que el escudo nacional “identifica a todos los bolivianos”, mientras que la wiphala es “otro tipo de simbología”.

El General de Brigada Omar Cordero Balderrama en RRSS defendió la restauración del escudo del Ejército como la corrección de una “herida infligida a la memoria castrense”.

La exministra de Culturas Sabina Orellana señala que la Constitución consagra a la wiphala como símbolo nacional y “eso no puede ser revertido por decreto”..

La historiadora Sayuri Loza observa que la wiphala perdió presencia institucional debido a su intensa carga política y el cambio de enfoque en la agenda nacional.

Los tres escenarios posibles: Los analistas identifican tres rutas que podría tomar el manejo simbólico del Gobierno.

Continuidad del ajuste cauteloso (más probable): Seguir retirando la wiphala de instituciones sin promover modificación legal, con riesgo de tensiones con organizaciones indígenas.

Escalada hacia debate legal: Proponer regulación más precisa mediante decreto si aumenta la presión política, requiriendo reforma constitucional o referendo.

Retroceso parcial por presión social: Reponer parcialmente algunos usos de la wiphala si se intensifican protestas indígenas, evitando conflicto identitario

Entre líneas: