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Lo esencial: Cuatro hechos de tensión marcaron la primera semana de gestión del vicepresidente Edmand Lara en su coordinación con el presidente Rodrigo Paz, evidenciando una disputa por la correlación de fuerzas y el control de áreas estratégicas del gobierno.

Por qué importa: Los analistas ven estas tensiones como una “señal peligrosa” de falta de cohesión que podría generar un escenario con un “vicepresidente en la oposición” debilitando la gobernabilidad en los primeros días de gestión.

Los cuatro casos de tensión: Cada episodio revela disputas específicas por el control institucional.

Participación en el Gabinete: Paz sugirió a Lara, según este último, asistir solo para la foto protocolar y retirarse. Lara respondió invocando la Constitución: “No voy a permitir que me anulen”.

Ministerio de Justicia: Lara defendió públicamente al ministro Freddy Vidovic (su exabogado), acusando a “grupos de poder” de querer reemplazarlo.

Comandante de Policía: Lara exigió públicamente la remoción del General Augusto Russo, sugiriendo que cuenta con “paraguas de protección” del expresidente Luis Arce.

Ministro de Gobierno: Paz instruyó a Lara coordinar con Marco Antonio Oviedo el cambio del Alto Mando policial, generando tensiones sobre las competencias. Oviedo respondió que sólo recibe órdenes del Presidente.

Análisis legal de los conflictos: La Constitución establece marcos claros que están siendo tensionados.

La CPE establece expresamente la participación del Vicepresidente en las sesiones del Consejo de Ministros y le atribuye coadyuvar en la dirección de la política general.

La designación de ministros es atribución constitucional exclusiva del Presidente.

La facultad de designar o destituir al Comandante General de Policía recae exclusivamente en el Presidente; la Constitución no otorga al Vicepresidente mando directo sobre la Policía

Análisis político de los expertos: Los analistas coinciden en que la coordinación Paz-Lara se encuentra en un momento riesgoso para la gobernabilidad.

Vladimir Peña: Ve una “señal peligrosa” de falta de cohesión, con raíces en que el binomio se conformó “sin una visión compartida”.

Susana Bejarano: Califica la tensión como un “error estratégico de inicio” que crea fisuras y debilita la gobernabilidad.

Armando Ortuño: Las peleas públicas erosionan la confianza y exponen el problema del “cuoteo político” dentro del gabinete.

Franklin Pareja: Advierte que Lara debe “ponerse el overol del país” y que “ya no es un tiktoker, es el vicepresidente de los bolivianos”.

Ricardo Paz Ballivián: Analiza la forma de gobernar de Lara como un “reality show” que opera “en tiempo real”

Qué dice Lara: El vicepresidente ha utilizado TikTok para exponer públicamente los entresijos del poder y marcar su posición.

“Asistiré a cada gabinete, así como manda la Constitución. No voy a permitir que me anulen”.

“Pondré el pecho si es necesario. La corrupción no volverá a apoderarse de esta patria”.

Sobre Vidovic: “Pongo las manos al fuego por él, lo voy a defender”.

“Al primer ministro que cruce de la línea del bien a la línea del mal, que se atenga a las consecuencias”

Entre líneas: El uso de TikTok por parte de Lara para transparentar las “instrucciones presidenciales” y las “discrepancias internas” lo convierte en una figura que “gobierna en tiempo real”, generando preocupación sobre un potencial riesgo para la estabilidad democrática si se traduce en presiones institucionales.

Qué sigue:

Los analistas advierten que si no se reconduce la relación entre Paz y Lara, se podría desgajar la estructura del gobierno desde dentro.

Los observadores políticos sugieren que Lara debe evitar dar explicaciones sobre sus compañías, aplicando el dicho popular: “dime con quién andas y te diré quién eres”.