Fondo Indígena: de promesa histórica al mayor escándalo de corrupción
El Post
Lo esencial: El Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas y Comunidades Campesinas (Fondioc), creado en 2005 con el 5% del IDH para impulsar proyectos productivos indígenas, se convirtió en uno de los casos de corrupción más emblemáticos de Bolivia.
- El caso dejó un daño económico confirmado superior a los 100 millones de bolivianos a través de proyectos fantasma y desvíos millonarios.
- Si bien se barajaron cifras mucho mayores, este monto (oficial) fue el identificado por la interventora, Larisa Fuentes.
Por qué importa: El escándalo no sólo representa el saqueo de fondos destinados a saldar una deuda histórica con los pueblos indígenas, sino que reveló la instrumentalización de la justicia para proteger a los aliados del poder y destruir a los denunciantes.
- La intervención este 3 de diciembre al Fondo de Desarrollo Indígena (FDI), entidad sucesora del Fondioc, por un caso que involucra a la exdiputada del MAS Lidia Patty, demuestra que las irregularidades persisten.
Los protagonistas: El escándalo se define por el choque entre el aparato político-sindical que controlaba los fondos, encabezado por la exministra Nemesia Achacollo, y los técnicos que intentaron imponer controles, como Marco Antonio Aramayo, que terminó aplastado por la maquinaria que denunció.
- Cada uno jugó un papel determinante en esta compleja trama.
| Protagonista | Rol clave | Destino en el caso |
|---|---|---|
| Nemesia Achacollo | Exministra de Desarrollo Rural y Presidenta del Directorio del Fondo. Figura de mayor rango político implicada. | Acusada formalmente. Tras ser apprehendida, recibió detención domiciliaria debido a presuntas presiones “desde Palacio de Gobierno”. |
| Marco Antonio Aramayo | Exdirector ejecutivo del Fondo Indígena. Fue el primero en denunciar internamente la corrupción. | Se convirtió en la principal víctima. Perseguido con más de 200 procesos, sufrió 194 hechos de tortura documentados y falleció en prisión en 2022 tras 7 años detenido. |
| Félix Becerra | Dirigente del Conamaq y otro de los “chivos expiatorios”. | Encarcelado por un proyecto que no elaboró. Se negó a declararse culpable a cambio de libertad y actualmente cumple detención domiciliaria. |
| Dirigentes del Directorio | Núcleo del poder decisorio; aprobaban proyectos, a menudo sin justificación técnica, y presuntamente gestionaban el cobro de comisiones ilegales (“diezmos”) a cambio de la liberación de fondos. | Algunos fueron acusados, pero muchos evitaron la cárcel y mantuvieron su poder político; Hilarión Mamani llegó a ser senador por el MAS y Juanita Ancieta, asambleísta departamental. |
| Larisa Fuentes | Interventora designada por el gobierno para investigar el Fondo tras el estallido del escándalo. | Su informe oficial confirmó un daño económico de Bs 102 millones por 30 proyectos “fantasma” y 713 inconclusos. |
Cronología del desfalco: El derrumbe del Fondo fue una demolición lenta marcada por advertencias ignoradas e investigaciones tardías.
- Noviembre 2013: Página Siete revela irregularidades millonarias y “proyectos fantasma”. Las publicaciones provocaron amenazas de un líder de los Ponchos Rojos contra la periodista Claudia Soruco.
- Diciembre 2013: El presidente Evo Morales pidió a la Contraloría investigar las denuncias, pero criticó al Conamaq por “proteger la corrupción”, sentando las bases de la narrativa política que se impondría.
- Febrero 2015: La Contraloría confirma daño económico de Bs 71 millones en 153 proyectos observados. Marco Antonio Aramayo es aprehendido.
- Post 2015: La interventora Larisa Fuentes eleva la cifra del daño a Bs 102 millones, identificando 30 proyectos “fantasma” y 713 inconclusos.
- 2015-2016: Cacería judicial contra dirigentes y exautoridades como Julia Ramos, Jorge Choque y Damián Condori.
- Agosto 2016: Nemesia Achacollo es aprehendida, pero obtiene detención domiciliaria tras presiones “desde Palacio de Gobierno”, según denuncia del exfiscal.
Anatomía del fraude: El desfalco operaba a través de una cadena sistémica de acciones ilícitas que permitieron el desvío de millones.
- Depósitos a cuentas particulares: Se desembolsaron más de Bs 685 millones a 968 cuentas bancarias privadas de dirigentes, violando normativas que exigían cuentas mancomunadas.
- Proyectos fantasma e inconclusos: El senador del MAS Jorge Choque recibió más de Bs 6 millones en su cuenta personal para obras que resultaron ser “fantasmas”.
- Cobro de “diezmos”: Los dirigentes del Directorio presuntamente exigían una comisión del 10% para aprobar desembolsos, según denuncia de Aramayo.
El costo humano: La estrategia deliberada de persecución judicial protegió a los responsables y destruyó a los denunciantes.
- El abogado Franco Albarracín definió un “modus operandi” basado en cinco pilares: procesar al denunciante, direccionar la investigación hacia perfiles no afines al poder, multiplicar los casos para hacer imposible la defensa, negar la acumulación de procesos y ofrecer juicios abreviados a cambio de confesión.
Marco Antonio Aramayo: El principal denunciante se convirtió en la mayor víctima del sistema que intentó exponer.
- Enfrentó más de 200 procesos penales en ocho departamentos.
- Un informe documentó 194 hechos de tortura y malos tratos, incluyendo golpizas, extorsión y privación de atención médica.
- Falleció en prisión en abril de 2022 tras siete años de detención sin sentencia final.
- “Prefiero mil veces morir defendiendo lo legal a seguir viviendo y que mis hijos piensen que yo he sido corrupto”, declaró antes de morir.
Otras víctimas: El engranaje judicial alcanzó a múltiples personas que resistieron la presión.
- Félix Becerra: Dirigente del Conamaq, rechazó declararse culpable pese a ofertas de juicio abreviado: “Si has robado siempre, autoculpate; pero si no has robado nada, ¿cómo te vas a autoculpar?”
- Elvira Parra: Primera directora del Fondo, pasó ocho años encarcelada (su hijo tenía 13 años al entrar, 21 al salir).
- Epifanio Pacheco: Exdirector, murió en 2023 por estrés mientras enfrentaba 12 procesos en cinco departamentos.
Un legado de impunidad: El caso trasciende el desvío de fondos y revela la instrumentalización de la justicia.
- El exfiscal Ánghelo Saravia denunció que la imputación contra Achacollo fue “corregida en Palacio de Gobierno”.
- El abogado Franco Albarracín lo definió como una estrategia para “hallar un chivo expiatorio” y blindar a las altas esferas del MAS.
Los números del desfalco:
- Daño económico confirmado superior a Bs 100 millones.
- Bs 685 millones desembolsados a 968 cuentas privadas.
- 30 proyectos “fantasma” que nunca existieron.
- 713 proyectos inconclusos.
- La mayor parte de los fondos desviados nunca fue recuperada.
- El abogado Eduardo Leon dijo el viernes pasado que el daño económico sería de 700 millones de dólares.
- “Se tiene que aprehender a Luis Arce Catacora en este caso, porque es quien ha ordenado y facilitado que puedan entregarse estos recursos a cuentas particulares”, declaró.
Qué dicen: Las voces clave revelan la magnitud del escándalo y sus consecuencias.
- Marcial Fabricano, exdirigente: “La mano política tergiversó el espíritu del Fondo”, poniendo en duda la imagen de los pueblos indígenas como “reserva moral” del país.
- La ministra Lenny Valdivia prometió recuperar el dinero una vez concluidos los juicios, pero esto no ocurrió.
La conclusión: El MAS utilizó los recursos del Fondo Indígena para campaña política, obras fantasma y desembolsos en cuentas personales.
- Los responsables están identificados, pero permanecen en la impunidad.
- La intervención al FDI este 3 de diciembre demuestra que la corrupción persistió, dejando no solo un millonario agujero en las arcas del Estado, sino una herida profunda en la confianza pública y en el ideal de justicia para Bolivia.
