Cártel de los Soles: EEUU reabre el debate sobre su alcance
Lo esencial: Estados Unidos designó al Cártel de los Soles como organización terrorista, reactivando el debate sobre si existe una red de narcotráfico institucionalizada en Venezuela o si es una construcción política usada en contextos de presión internacional.
Por qué importa: La decisión implica nuevas sanciones financieras, ampliación de facultades para capturas y extradiciones, y coincide con el mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe en décadas.
El problema de fondo: El término “Cártel de los Soles” surgió en los años 90 para describir una presunta corrupción en la Guardia Nacional venezolana. En 2004, el periodista Mauro Marcano divulgó nombres de supuestos integrantes y fue asesinado días después.
- Desde 2005, con el fortalecimiento del rol militar bajo Hugo Chávez, el término se expandió, según autoridades de Estados Unidos.
Lo que pasa: Washington describe al Cártel de los Soles como una estructura con tres dimensiones operativas.
- Control de puertos, aeropuertos y zonas fronterizas por la Guardia Nacional y otras ramas militares.
- Uso de recursos estatales, aparatos de inteligencia y empresas públicas para transporte y lavado de activos.
- Diversificación en narcotráfico, contrabando de oro, armas, combustible y minería ilegal.
Los números: Estimaciones estadounidenses sostienen que en zonas como el Catatumbo circulan entre 250 y 350 toneladas de droga al año, con flujos económicos multimillonarios.
Qué dicen: Las posiciones están divididas.
- Estados Unidos afirma que la red mantiene vínculos con disidencias de las FARC, ELN y cárteles mexicanos.
- Venezuela sostiene que el Cártel de los Soles no existe y que es un instrumento político para justificar sanciones.
El otro lado: Argentina, Paraguay, Perú, Ecuador y República Dominicana han expresado apoyo a la línea estadounidense.
- Figuran como señalados Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Vladimir Padrino López y otros altos mandos civiles y militares.
Entre líneas: La controversia mezcla la lucha contra el crimen transnacional, la disputa por la narrativa internacional, las tensiones entre Estados Unidos y gobiernos aliados de Caracas, y los alineamientos geopolíticos en un contexto de crisis venezolana prolongada.
La conclusión: Mientras Washington insiste en que se trata de una organización consolidada con capacidad transnacional, Caracas mantiene que es una construcción política utilizada para justificar intervenciones de diverso tipo.
