El Post

Lo esencial: El enfrentamiento entre el presidente Rodrigo Paz y el vicepresidente Edmand Lara se aviva generando costos reales para la gestión pública y retrasando las soluciones urgentes que el país demanda en medio de una severa crisis económica.

Las gestiones del ministro Lupo para un diálogo Paz-Lara dieron pocas probabilidades de éxito.

Por qué importa: La fractura del Ejecutivo ocurre mientras el país afronta escasez de dólares, problemas de importaciones de combustible y pagos de deuda externa. Además, temas cruciales de la gestión pública están quedando en segundo plano.

El contexto económico crítico:

El ministro de Economía José Gabriel Espinoza advirtió que “la economía está quebrada”, con déficit fiscal alto y necesidad urgente de decisiones rápidas.

El gobierno anunció la abrogación de cuatro impuestos incluyendo el Impuesto a las Grandes Fortunas y el ITF.

El economista Fernando Romero alertó que el PGE 2026 es “optimista” y requiere un ajuste urgente, pero la tensión interna “complica esa evaluación y genera incertidumbre presupuestaria”.

La posición de Lara sobre las medidas:

El vicepresidente manifestó que “no conozco aún el paquete de medidas, no me dejan participar de reuniones del gabinete”.

Aunque respaldó la eliminación de algunos impuestos, considera que son insuficientes e insiste en complementarlas con la reducción del IVA.

Ha condicionado su respaldo sosteniendo a que no es momento de levantar los subsidios a combustibles hasta que la economía se reactive.

Entre líneas:

Franklin Pareja considera que el vicepresidente podría mantener distancia para no asimilar el costo político de medidas duras e impopulares.

Si Lara se declara “desconocido”, podría generar su propia popularidad cuestionando esas medidas, marcando un “divorcio total y efectivo”.

La periodista Amalia Pando deslizó que Lara podría estar esperando las medidas de shock de Paz para cuestionarlas y ponerse al frente.

Las últimas fricciones del binomio: El distanciamiento entre Paz y Lara se ha manifestado a través de varios episodios públicos que evidencian la ruptura.

Exclusión del Gabinete: Lara denunció que Paz le sugirió asistir únicamente para la fotografía protocolar y retirarse antes de iniciar la primera sesión ministerial.

Choque por el Ministro de Justicia: Lara defendió públicamente a Freddy Vidovic, su exabogado, negando sentencia ejecutoriada y denunciando presiones de grupos de poder.

Coordinación paralela: Parlamentarios “laristas” denunciaron un “golpe a la Vicepresidencia” tras la creación del Viceministerio de Coordinación Legislativa con las mismas atribuciones de la Vicepresidencia.

Rivalidad electoral: Lara anunció que “Nuevas Ideas con Libertad” presentará candidatos propios en elecciones subnacionales, calificado como “quiebre interno extremadamente prematuro, delicado y peligroso”.

Qué dicen: Los sectores afectados expresan su preocupación por la crisis interna.

Lara tildó a Paz de “cínico” y “mentiroso”.

Paz optó por mantener la relación en un marco “estrictamente institucional”.

La Cámara Nacional de Industrias demandó “claridad, estabilidad y decisiones coordinadas”, advirtiendo que la división podría desalentar la inversión privada.

Qué sigue:

La “prueba de fuego” se centra en las decisiones económicas “duras” como la eventual eliminación de la subvención a los carburantes, que podría forzar una ruptura o tregua precaria.

Se presentó un proyecto de ley para reformar la Constitución y permitir la destitución del vicepresidente bajo el argumento de “ingobernabilidad”.

Pese a las asperezas, se anunció una reunión entre Paz y Lara tras el encuentro del ministro José Luis Lupo con el Vicepresidente.

La conclusión: La coordinación entre Paz y Lara se encuentra en un momento riesgoso donde el país requiere gobernabilidad, decisión y estabilidad antes que pugnas de poder, según los analistas.