¿Cómo puede beneficiarse Bolivia de la producción histórica de Vaca Muerta?
El Post
Lo esencial: Argentina alcanzó un récord histórico de producción petrolera con 859.500 barriles diarios en octubre, mientras Bolivia implementa su nueva línea de negocio de “Gas en Tránsito” para capitalizar este escenario energético regional.
Por qué importa: Bolivia generará 200 millones de dólares anuales alquilando sus gasoductos para transportar gas argentino hacia Brasil, transformándose en un corredor energético clave y diversificando su economía en medio de una crisis marcada por la escasez de dólares.
Los números: La producción argentina superó el máximo anterior mantenido desde mayo de 1998.
- Vaca Muerta aporta cerca del 60% de la oferta argentina total de petróleo.
- La formación del Neuquén contribuyó con el 66% del total nacional en octubre.
- Se prevé transportar 4,5 millones de metros cúbicos de gas natural hacia Brasil.
El plan: YPFB firmó contratos con Total Energies y el Grupo Matrix Energía de Brasil para transportar gas de Vaca Muerta utilizando el Gasoducto Norte, optimizando la infraestructura existente del país.
Contexto: Durante casi dos décadas, Bolivia fue exportador de gas natural a Argentina en un contrato que finalizó en septiembre del año pasado. En seis meses, Bolivia pasó de vender gas a Argentina a alquilarle sus gasoductos para que exporte a Brasil.
Qué dicen: A inicios de 2025, el entonces presidente de YPFB, Armin Dorgathen, destacó que Bolivia es la “alternativa inmediata, confiable y eficiente para integrar la región” debido al “récord de confiabilidad en nuestros sistemas de transporte”.
Sí, pero:
- Los analistas advierten que la renta obtenida por el transporte de gas no compensa completamente la pérdida económica total que representó dejar de ser el proveedor directo del mercado argentino.
- Bolivia también podría convertirse en importador estratégico de gas de Vaca Muerta a partir de 2028.
La conclusión: El nuevo papel de Bolivia se asemeja al operador de una autopista de peaje regional: en lugar de producir y vender el combustible directamente, genera un flujo constante de ingresos al ser el único canal logístico viable y confiable para que Argentina acceda al mercado brasileño.
