El Post

Lo esencial: El presidente Rodrigo Paz completó su primera semana de gestión con urgencias ante la crisis económica. Posesionó un gabinete técnico e interino, logró 3,1 mil millones en compromisos de préstamos puente, y anunció una reorganización profunda del Estado.

Por qué importa:

Bolivia enfrenta la crisis económica más severa en décadas, con escasez de dólares, combustibles e inflación del 19,2% en 10 meses.

Las primeras acciones del nuevo gobierno dejan esperanza, pero también sectores descontentos.

Marca un giro claro respecto a gestiones anteriores, apostando por la meritocracia sobre la repartición política tradicional y el sentido práctico sobre la ideología.

También deja atrás lo “plurinacional” por un estilo más republicano tradicional.

El plan de reorganización: Paz lanzó una estrategia integral llamada “Capitalismo para todos” con múltiples frentes de acción.

Gabinete técnico: Conformado un día después de la investidura con varios interinatos, para que trabajen “24/7” según instrucciones presidenciales.

Apertura al mundo: “Poner a Bolivia en el mundo y traer el mundo a Bolivia”, con deshielo diplomático con Estados Unidos, entre otros.

Fin del “Estado tranca”: Eliminar la burocracia ineficiente, el aparato estatal sobredimensionado y el clientelismo.

Descentralización 50/50: Repartición equitativa de recursos entre niveles central y regional.

Los números de la crisis: Las cifras revelan la magnitud del desafío económico heredado.

Producción de gas natural: cayó de 61 millones de metros cúbicos por día en 2014 a 29 millones este año.

Exportaciones de gas: desplomaron de $us 6,1 mil millones en 2013 a $us 788 millones entre enero y agosto de este año.

Inflación: 18,2% en los primeros 10 meses del año, la más alta en dos décadas.

Financiamiento externo conseguido: $us 3,1 mil millones en préstamos puente de BID, FMI y CAF.

Primeras tensiones: La agenda reformista generó resistencias inmediatas de sectores tradicionales.

COB exige ministerios: La Central Obrera Boliviana y otras organizaciones sindicales presionan específicamente por los ministerios de Educación y Minería.

Cocaleros contra la DEA: Sectores del Trópico de Cochabamba rechazan “categóricamente” el posible retorno de la agencia antidrogas estadounidense.

Advertencias sindicales: Anticipan “conflictos sociales” ante posibles ajustes como eliminación de subsidios a hidrocarburos

Qué dicen: Los sectores productivos fueron convocados para delinear la hoja de ruta económica, mientras la Cancillería describió las reuniones con Estados Unidos como “el inicio de una nueva etapa” con una política exterior “pragmática, no ideológica”.

Sí, pero:

Aunque Paz prometió mantener los beneficios sociales mientras elimina los subsidios a hidrocarburos, la resistencia de sindicatos y sectores sociales a las reformas estructurales podría obstaculizar la gobernabilidad futura.

El presidente debe negociar constantemente para convertir estas señales de cambio en resultados concretos.

Qué sigue: La verdadera prueba de fuego está por verse: revertir la escasez de combustibles con filas rutinarias en surtidores, resolver la crisis de divisas con bancos mostrando letreros de “No hay dólares hoy”, y restaurar la confianza en la economía nacional mientras implementa reformas profundas en medio de tensiones sociales.