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Lo esencial: Rodrigo Paz Pereira asumirá este 8 de noviembre como el 68º presidente de Bolivia con el 54% de los votos, marcando el fin del ciclo político del MAS tras casi dos décadas y la recuperación de la transmisión constitucional del poder en el año del Bicentenario.

Por qué importa: La investidura simboliza un punto de inflexión para la democracia boliviana y confirma el mandato ciudadano de cerrar la etapa del populismo de izquierda que marcó la política desde 2006, según define el propio Decreto Supremo 5475, como un “hito histórico”.

Estado actual: Los días previos estuvieron marcados por intensa actividad diplomática y preparativos para el acto de posesión.

Paz regresó el lunes de Estados Unidos, evidenciando sus prioridades en política exterior.

Hoy, miércoles, recibirá sus credenciales oficiales en la Casa de la Libertad de Sucre junto al vicepresidente electo Edmand Lara.

El viernes participará en un encuentro empresarial internacional en Santa Cruz.

El plan: La ceremonia de investidura seguirá un formato estrictamente republicano.

Edmand Lara jurará primero como vicepresidente y luego tomará juramento a Paz.

Por la tarde, Paz sostendrá encuentros con 45 delegaciones internacionales.

El mismo sábado tomará juramento a su gabinete ministerial y designará al nuevo Alto Mando Militar.

Qué dicen: Las autoridades expresan optimismo ante el cambio.

“La Paz y Bolivia se están engalanando para recibir un nuevo ciclo político con mucha ilusión y esperanza”, dijo el alcalde paceño Iván Arias.

Carlos Mesa señaló que la herencia política de Paz, tras su padre Jaime Paz Zamora y su tío abuelo Víctor Paz Estenssoro, le impone “altas expectativas”.

Alejandro Medinacelli, asesor de Paz, informó que el gabinete se conformará con criterios de meritocracia y estabilidad.

La ciudad se prepara: El Alcalde paceño Iván Arias informó que realizan trabajos de restauración y limpieza en Plaza Murillo.

También realizan trabajos en la fachada del Palacio de Gobierno.

Las noches del sábado y domingo se iluminarán edificios municipales con los colores de la bandera Las letras del mirador de la ciudad solo con las letras Paz, en homenaje al nuevo Presidente.

El giro diplomático:

La lista de invitados confirma un reajuste en política exterior con la presencia de Javier Milei (Argentina), Gabriel Boric (Chile), Santiago Peña (Paraguay), el vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin y el subsecretario de Estado estadounidense Christopher Landau.

No fueron invitados los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, marcando una ruptura con el eje bolivariano.

Entre líneas: La ausencia de Luis Arce en el acto de posesión, quien expresó que no considera necesaria su presencia, sería según el analista Marcelo Arias un gesto de ruptura simbólica. Paz optó por no incluir rituales ancestrales en la ceremonia, marcando asi una distancia con las prácticas del MAS.

Qué sigue: El verdadero desafío comienza después de la ceremonia: transformar el simbolismo en resultados concretos frente a una economía debilitada y una sociedad polarizada, definiendo el tono del tercer siglo de vida independiente del país.