Ilustración: El Post IA

Bolivia reporta 83% menos de reservas de gas al final de la era del MAS

El Post

Lo esencial: Bolivia pasó de manejar un reporte de 26,7 TCF de recursos gasíferos en 2006 cuando el MAS asumió el poder, a sólo 4,5 TCF de reservas probadas certificadas a fines de 2023 (no hubo más informes hasta 2025) con una caída del 83% que marca el declive energético del país.

Por qué importa: La dramática reducción del gas natural pone en riesgo la estabilidad económica del país y podría convertir a Bolivia de exportador en importador de combustibles y gas natural a partir de 2025.

Bolivia · Reservas gasíferas (TCF) — 2002–2023

Declive sostenido durante la gestión del MAS

2002 26,7 TCF

Reportados por DeGolyer & MacNaughton — luego se aclaró que incluían reservas probables, no solo probadas.

2009 9,94–9,95 TCF

Primera certificación oficial bajo Evo Morales (Ryder Scott).

2013 10,45 TCF

Reservas probadas (Ryder Scott).

2018 10,7 TCF

Máximo certificado conocido (Sproule International).

2023 4,5 TCF DeGolyer & MacNaughton · citado por El Deber

Proyección pesimista de analistas: 2,13 TCF al 31/12/2023.

Unidades: TCF (trillones de pies cúbicos)· Fuentes: DeGolyer & MacNaughton, Ryder Scott, Sproule· Elaboración: El Post

El problema de fondo: 

  • La explotación intensiva para cumplir contratos de exportación sin reposición equivalente de reservas, sumada al cambio tributario con la Ley de Hidrocarburos de 2005 y la nacionalización de 2006, desincentivó la inversión privada en exploraciones.
  • En tanto, las empresas monetizaban rápidamente los campos ya descubiertos sin hacer reposiciones.
  • El presidente Luis Arce admitió que las reservas de gas habían caído “hasta tocar fondo”.

Qué dicen: Los analistas del sector hidrocarburífero expresan serias preocupaciones sobre la gestión y sostenibilidad energética.

  • Álvaro Ríos (Gas Energy Latin América): “Es posible llegar a un déficit energético a partir de 2025, donde las importaciones superen a las exportaciones. Esto mermará los dólares para el país y no habrá recursos para pagar el IDH y las regalías” (declaración de octubre de 2014).
  • Carlos Arze (Cedla): “La legislación boliviana posterior a la nacionalización no obliga a las empresas operadoras a reemplazar las reservas. Entre 2006 y 2013, el 74% de las inversiones anuales se destinó a explotación”.
  • Oscar Ortiz (exlegislador): “Los megacampos habrían sido objeto de sobreexplotación y sus reservas probables no calificaban técnica ni económicamente para pasar a ser probadas”.
  • Stello Cochamanidis (presidente cívico Santa Cruz): “Hoy la crisis que vivimos la sentimos todos, por eso le decimos al gobierno de Rodrigo Paz, que entrará el 8 de noviembre, que se debe hacer una Cumbre Nacional Energética”.

Entre líneas: 

  • El hermetismo oficial y el incumplimiento reiterado por parte de YPFB de publicar los resultados de la certificación de reservas sugieren que la situación podría ser aún más crítica que lo reconocido oficialmente.
  • Las proyecciones más pesimistas indican que Bolivia podría tener que importar no sólo combustibles, sino incluso gas natural en un futuro próximo.

La conclusión: La falta de inversión en exploración, la sobreexplotación de los pozos existentes y la ausencia de reposición de reservas han acelerado la disminución de la relación Reserva/Producción, dejando al país fuera de la competencia sudamericana en la venta del energético.

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