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Lo esencial: El economista boliviano Augusto López Claros, ex alto ejecutivo del FMI y del Foro Económico Mundial, presentó su plan basado en cinco pilares y que podría mover 4 mil millones de dólares del FMI.

Por qué importa: Su plan es importante para sacar al país de su crisis económica, caracterizada por la escasez de divisas, deuda pública del 92% del PIB y déficit fiscal insostenible.

Los cinco pilares: La propuesta se estructura en componentes secuenciales que buscan no solo estabilizar la economía, sino también sentar las bases para un crecimiento duradero y equitativo.

Pilar I – Estabilización y transparencia (primeros 100 días): Hoja de ruta fiscal y cambiaria, Consejo Fiscal independiente, contrataciones abiertas con declaración de beneficiarios finales, registro social unificado y reforma gradual de subsidios energéticos.

Pilar II – Entorno favorable para negocios: Ventanilla única digital para registrar empresas en 72 horas, principio de “silencio positivo” para trámites, carta de derechos del contribuyente, salas comerciales especializadas y nueva agencia de promoción de inversiones.
Pilar III – Sectores estratégicos: Licitaciones transparentes para litio y baterías, recuperación de producción gasífera, inversión en agricultura (riego, cadenas de frío, caminos rurales), reforma de la Ley 535 de minería y modernización de aduanas.

Pilar IV – Desarrollo con rostro humano: Misión nacional en lectura y matemáticas, adhesión al programa PISA, fortalecimiento de atención primaria en salud, eliminación de barreras legales para participación económica de mujeres.

Pilar V – Estado capaz e íntegro: Restauración del mérito en contratación pública, modernización de recursos humanos, cooperación técnica internacional, unidad de seguimiento presidencial y “guillotina regulatoria” contra la corrupción.

La estrategia de financiamiento: También propone un programa “adaptado a nuestras realidades” con el FMI que no solo proveería financiamiento directo de hasta 4.000 millones de dólares, sino que actuaría como ancla de credibilidad para movilizar recursos concesionales del Banco Mundial, BID y CAF.

Durante los primeros 100 días, la máxima sería “la transparencia será nuestra mejor moneda” con tableros trimestrales públicos sobre déficit, reservas y cobertura social.

El enfoque de género como estrategia de crecimiento: López critica la “ceguera estratégica” en el debate político boliviano sobre la ausencia del tema de género, señalando que Bolivia ocupa el puesto 91 en Sudamérica según el Global Governance Forum.

Propone eliminar barreras legales y garantizar igual remuneración por igual trabajo.

Promover licencias parentales y acceso a cuidados infantiles.

Desafía a los políticos: “¿Qué les podría impedir que la mitad de los miembros del gabinete sea mujeres?”

Sectores prioritarios para el crecimiento: López identifica cinco áreas con alto potencial que, con el marco regulatorio adecuado, pueden mover la aguja del desarrollo nacional, enfatizando que “cada trámite digitalizado es un día devuelto a la vida de la gente y un espacio menos para la corrupción”.

Entre líneas: La filosofía central es que sus reformas son “pragmáticas, no ideológicas”.

Buscan restaurar la disciplina fiscal sin crueldad y abrir espacio a la iniciativa privada sin renunciar al interés público.

Insiste en que el futuro gobierno debe explicar a la población cómo los miles de millones de dólares gastados en subsidios energéticos de manera ineficiente podrían haberse traducido en hospitales y escuelas.

La conclusión: “La crisis de Bolivia es real, pero es solucionable.

Si hacemos lo correcto en el orden correcto, podremos pasar rápidamente de la escasez y la duda a la confianza y el crecimiento”.

Ronald Mac Lean calificó esta propuesta como un “marco de referencia óptimo” que puede ayudar a las fuerzas políticas a encontrar un camino basado en la unidad y el pragmatismo.