Paz dando su primer discurso
Foto de archivo: APG

Bolivia en la era Paz: tres giros que marcan un nuevo rumbo

El Post

Lo esencial: Antes de asumir el mando, Rodrigo Paz Pereira anunció tres giros que marcan una ruptura con el modelo del MAS: abandonó la alianza ALBA, restableció relaciones con Estados Unidos y lanzó su plan económico “Capitalismo para Todos”.

Por qué importa: El accionar del Presidente electo marca el fin de casi dos décadas de populismo del MAS y el inicio de una reestructuración profunda del Estado boliviano, con un viraje hacia la cooperación internacional y la descentralización del poder.

Ruptura simbólica: Otra decisión de Paz es la de gobernar desde el Palacio Quemado y retomar el escudo nacional tradicional que el MAS reemplazó por la Tacana. Con ello, busca “recuperar la identidad histórica del país”.

Ruptura geopolítica: Bolivia salió formalmente de la ALBA y restableció vínculos con Estados Unidos.

  • ALBA calificó al nuevo gobierno de “pro imperialista y colonialista”.
  • Paz: “Me tiene sin cuidado lo que pueda decir el ALBA”.
  • Retorno de la DEA después de 17 años de ausencia.

El plan económico: “Capitalismo para Todos”, que combina ajuste fiscal y redistribución ante la grave crisis.

  • Agenda 50/50: Transferir la mitad del presupuesto nacional a gobiernos regionales y municipales.
  • Auditoría estatal: Eliminar gastos superfluos por 1.300 millones de dólares.
  • Liberalización: Desbloquear 3.500 millones de dólares en créditos multilaterales.
  • Subsidios: Eliminar gradualmente el subsidio a combustibles que costó más de 2.000 millones en 2024.

Los números: Bolivia enfrenta una crisis económica severa con múltiples frentes abiertos.

  • Déficit fiscal próximo al 10% del PIB.
  • Las reservas internacionales en mínimos históricos.
  • 2.000 millones de dólares gastados en subsidios a combustibles en 2024.

Sí, pero: Paz no cuenta con mayoría en el Congreso y deberá negociar cada iniciativa con una oposición fragmentada. La Central Obrera Boliviana ya manifestó su rechazo a las reformas, recordando la revuelta de 2010 que forzó a Evo Morales a retroceder en un intento de eliminar subsidios.

La conclusión: Si Paz logra mantener el equilibrio entre ajuste y estabilidad, reforma y gobernabilidad, podría protagonizar una nueva etapa para Bolivia; de lo contrario, su proyecto corre el riesgo de ser recordado como una promesa de modernización frustrada.

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