Lo esencial: Rodrigo Paz y Edmand Lara, que se preparan para asumir el mando del país este 8 de noviembre, deberán enfrentar al menos cinco grandes problemas en el marco de una crisis económica e institucional sin precedentes.

La economía tropieza con la falta de dólares.

No hay combustibles importados (con dólares).

La inflación sube con la emisión monetaria.

La corrupción está a la orden del día.

El poder político controla la justicia.

Por qué importa: El nuevo gobierno hereda una economía en colapso con reservas internacionales que cayeron de 15.123 millones de dólares en 2014 a solo 1.976 millones en diciembre de 2024.

La falta de divisas causa escasez de combustible que paraliza el transporte con colas de hasta 30 horas y amenaza las cosechas de soya, arroz y maíz.

El problema de fondo: La crisis económica boliviana se manifiesta en múltiples frentes interconectados que requieren soluciones estructurales inmediatas.

Crisis de divisas: El dólar se cotiza entre Bs 11 y 13 en el mercado paralelo y duplica la tasa oficial de Bs 6,97.

Dependencia energética: Bolivia importa el 86% del diésel y el 54% de la gasolina, con un gasto de 3.300 millones de dólares en 2024.

Inflación descontrolada: Cerró 2024 en 9.97%, la más alta desde 2008, con el arroz con un aumento de más del 50% y el azúcar y aceite al doble de su precio.

La emisión de moneda local eleva los precios de los artículos de primera necesidad, pues los compradores, al tener más dinero en su poder, están dispuestos a pagar más.

Los números: Las cifras revelan la magnitud del colapso económico que debe enfrentar la administración Paz-Lara.

Reservas Internacionales Netas: cayeron de 15.123 millones de dólares (2014) a 1.976 millones (diciembre de 2024).

Importación de combustibles: 3.300 millones de dólares gastados en 2024.

Inflación acumulada 2024: 9.97%; a septiembre de este año, llegó a 18,33%.

Ranking judicial mundial: Bolivia ocupa el puesto 131 de 142 países en el Índice de Estado de Derecho.

El mandato anticorrupción: El vicepresidente electo es un ex policía despedido tras denunciar corrupción en su institución y ha prometido profundas reformas.

Lara ha advertido que si Paz no cumple, lo encarará y denunciará a todo aquel que intente robar.

Contexto: La crisis institucional se agrava con casos recientes como la destitución del ministro de Medio Ambiente, Humberto Lisperguer, por acusaciones de corrupción en enero de 2025.

El director de la autoridad minera, AJAM, Eddy Álvaro Antezana, marcó un récord al ser procesado tras cinco días de haber asumido.

Paralelamente, el aparato judicial ha sido descrito como instrumentalizado por intereses políticos.

La solución propuesta: Rodrigo Paz ha prometido poner fin al costoso subsidio a la gasolina, considerado una política insostenible que ha generado un creciente déficit fiscal.

Paz ha prometido reformas estructurales inmediatas para reducir el déficit fiscal, diversificar la economía y fortalecer la seguridad jurídica y la independencia judicial.

La meta es atraer las inversiones necesarias para así frenar el colapso económico y social.

Qué sigue: El gobierno de Paz y Lara debe actuar con urgencia en la institucionalización y el endurecimiento de las penas por corrupción para restablecer la legitimidad del Estado.

Además de medidas económicas anticrisis, debe superar la dinámica de la justicia selectiva y garantizar la independencia de los órganos del Estado.