María Corina Machado: de disidente nacional a símbolo global
Lo esencial: La otorgación del Premio Nobel de la Paz 2025 a la líder opositora venezolana, Maria Corina Machado, más allá de reconocer su “incansable labor” por la democracia en su país, la eleva de una posición de disidente nacional a ícono mundial.
Por qué importa: Machado se consolida como símbolo internacional de resistencia pacífica, y la presión sobre el régimen de Maduro escala a niveles sin precedentes, alterando su cálculo político y poniéndolo como prioridad en la agenda global de derechos humanos.
El mensaje de Oslo: El comité fundamentó su decisión destacando que Machado “encarna la esperanza de un futuro diferente” y demostró que “las herramientas de la democracia también son herramientas de la paz”, validando la resistencia civil contra el autoritarismo.
Qué dicen: Las reacciones globales reflejaron profundas divisiones geopolíticas.
- Jorge Tuto Quiroga calificó el premio como “orgullo democrático regional y planetario”.
- Javier Milei felicitó a Machado por su “defensa valiente de la libertad”.
- Mauricio Macri: “Pocas veces se ha elegido tan bien a alguien para representar la paz”.
- Ingrid Betancourt la llamó “ejemplo de grandeza a toda Latinoamérica”.
- La ONU y la Unión Europea subrayaron que el premio refleja las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano.
Los silencios estratégicos: No todas las reacciones fueron de apoyo incondicional, revelando posturas políticas calculadas.
- Luis Arce no hizo ningún pronunciamiento, reforzando su cercanía con la política de Maduro.
- Gustavo Petro emitió una felicitación ambigua, mencionándola junto a una laureada fallecida y pidiendo “diálogo para mantener la paz”.
- Pedro Sanchez y su ministro José Manuel Albares no se pronunciaron, sumándose a “los silencios que hablan más que las palabras”.
- En España PP y Vox celebraron, mientras Podemos lo calificó de “provocación política”.
La reacción de Machado: Desde la clandestinidad en Venezuela, su primera respuesta fue de incredulidad absoluta: “¿Qué es esta vaina? Yo no lo puedo creer”, dijo en llamada con el exiliado Edmundo González Urrutia.
- Luego emitió una declaración formal: “Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la Libertad. ¡Venezuela será libre!”.
El dilema de Maduro: La ceremonia del 10 de diciembre en Oslo plantea un desafío inmediato al régimen. Impedirle viajar a Machado confirmaría su naturaleza autoritaria; permitirlo le concedería una plataforma global sin precedentes.
Entre líneas: El premio consolida a Machado como referente mundial de la resistencia pacífica y eleva drásticamente el costo político del autoritarismo en la región, constituyéndose en un espaldarazo internacional a la lucha por la democracia venezolana.
