Diosa de la justicia disputada por varias manos.
Ilustración El Post-IA

TSJ ataca autoprorrogados del TCP; Libre duda realización del balotaje

Lo esencial: El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, formalizó una denuncia penal ante la Fiscalía de Chuquisaca contra los autoprorrogados del Tribunal Constitucional Plurinacional por resoluciones contrarias a la Constitución y usurpación de funciones.

Por qué importa: El hecho desató una “guerra de tribunales” que según la Alianza Libre podría poner en riesgo el balotaje del 19 de octubre, generando dos interpretaciones opuestas: 

  • La Alianza Libre la considera la culminación de un plan para provocar la anulación de las elecciones.
  • Un amplio frente institucional respalda al TSJ, como un acto necesario para restaurar la legalidad contra magistrados que debieron cesar en diciembre de 2023.

Los denunciados: La acción legal apunta a cinco magistrados del TCP que continúan en funciones mediante una autoprórroga que el TSJ considera ilegal.

  • Gonzalo Hurtado.
  • René Yván Espada.
  • Karem Lorena Gallardo.
  • Isidora Jiménez Castro.
  • Julia Elizabeth Cornejo.

El plan denunciado: La Alianza Libre identifica cuatro acciones:

  • La denuncia de Saucedo introduce conflicto judicial a días de la votación.
  • Se presentó un proyecto de ley de suspensión de vocales (aunque fue retirado).
  • Se creó una comisión parlamentaria para investigar un supuesto fraude en la primera vuelta del 17 de agosto pasado.
  • La ley para suspender magistrados del TCP, deja al país sin control constitucional.

Frente de apoyo: La medida de Saucedo cuenta con respaldo de múltiples instituciones y figuras políticas.

  • El Tribunal Agroambiental y su presidente Cristhian Méndez.
    .
  • El Consejo de la Magistratura con José Baptista.
  • La Brigada Parlamentaria Cruceña.
  • El gobernador Luis Fernando Camacho.
  • Abogados del ala “evista” como Wilfredo Chávez y Nelson Cox.
  • Eduardo Rodríguez Veltzé apoya la salida pero critica que “tomó 10 meses para que el TSJ se pronuncie”.

Entre líneas: La Alianza Libre argumenta que la renovación judicial “debe ser tarea del nuevo gobierno elegido legítimamente en las urnas”.

*Alerta que cualquier intento de alterar el proceso electoral “va en contra de la voluntad popular y del compromiso firmado por todos los poderes del Estado”.

La conclusión: Bolivia queda atrapada entre dos visiones enfrentadas sobre esta crisis judicial: una denuncia de maniobra desestabilizadora para anular la voluntad popular versus la defensa de un acto necesario para recuperar el orden constitucional.

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