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Lo esencial: José Antonio Kast ganó la segunda vuelta presidencial de Chile este 14 de diciembre con el 58,61% de los votos frente al 41,39% de Jeannette Jara, poniendo fin al ciclo progresista de Gabriel Boric y sumándose al avance conservador en América Latina.

Por qué importa: El resultado chileno confirmó una tendencia regional: el avance sostenido de la derecha como respuesta al desgaste de los gobiernos progresistas.

Con Kast en La Moneda, el equilibrio ideológico latinoamericano muestra un virtual empate entre ocho países con gobiernos de izquierda y ocho con administraciones conservadoras.

Las reacciones regionales: Los líderes latinoamericanos evidenciaron la profundidad de la grieta ideológica con respuestas polarizadas.

Javier Milei (Argentina): Expresó “enorme alegría” por el “aplastante triunfo”, trabajarán para liberarse del “yugo opresor del socialismo del siglo XXI”.

Rodrigo Paz P. (Bolivia): “Una victoria de los valores que compartimos”, destacó defensa de familia, seguridad y economía libre.

María Corina Machado (Venezuela): Esperanza de contar con apoyo de Kast para “transición ordenada a la democracia”.

Gustavo Petro (Colombia): “Vienen los vientos de la muerte”, “el fascismo avanza”, “jamás le daré la mano a un nazi”.

Lula da Silva (Brasil): Deseó “mucho éxito” y reafirmó la voluntad de fortalecer vínculos bilaterales.

Claudia Sheinbaum (México): Felicitó al pueblo chileno por la jornada “pacífica y democrática”.

El nuevo mapa político regional: Chile deja de ser un bastión progresista y se integra a un eje conservador que incluye a Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú, Ecuador, El Salvador y Panamá.

Del otro lado, la izquierda mantiene el poder en Brasil, México, Colombia, Uruguay, Guatemala, Honduras, Costa Rica y República Dominicana.

Las claves del avance conservador: Los analistas identifican tres factores principales que explican el fenómeno regional.

Voto castigo: Según Dorotea López,directora del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, América Latina tiene un “electorado volátil que castiga de manera alternada”, impulsado más por la frustración que por lealtades ideológicas.

Nueva agenda pública: Pablo Semán, sociólogo y analista político argentino, señala que las derechas sintonizaron mejor con prioridades como seguridad, corrupción y crecimiento económico que los gobiernos de izquierda “atendieron parcialmente y luego dejaron de atender”.

Derechización de la derecha: Cristóbal Rovira, académico de la Universidad Catolica de Chile, advierte que la ultraderecha competitiva empuja a votantes conservadores tradicionales a radicalizar posiciones.

Sí, pero: Los expertos advierten que muchos triunfos conservadores descansan más en el rechazo a gobiernos salientes que en adhesión profunda a proyectos de derecha.

El ejemplo de Jair Bolsonaro en Brasil, quien perdió la reelección tras llegar al poder con voto de castigo, ilustra la fragilidad potencial del ciclo.

Qué sigue: Las próximas citas electorales, especialmente la presidencial colombiana de 2026, serán clave para medir si el triunfo de Kast es el inicio de una tendencia consolidada o un nuevo capítulo de la política pendular que históricamente ha caracterizado a la región.