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Lo esencial: La Unesco declaró este martes 9 de diciembre a la Festividad de la Virgen de Guadalupe de Sucre como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras la aprobación unánime del Comité Intergubernamental reunido en Nueva Delhi, India.

El reconocimiento abarca las prenovenas, novenas, procesiones y la Entrada Folklórica que movilizan a miles de devotos cada septiembre.

Por qué importa: El reconocimiento confirma más de dos siglos de tradición viva que se transmite de generación en generación, reflejando la identidad profunda de Sucre.

La Unesco destacó que la festividad promueve la cohesión social y la igualdad de género, además de crear beneficios económicos para la comunidad, consolidando la proyección cultural internacional de Bolivia.

El momento histórico: En la capilla de la Virgen de Guadalupe, contigua a la antigua Catedral metropolitana de Sucre, autoridades, gestores culturales, músicos, artesanos y fieles siguieron la transmisión desde Nueva Delhi con tensión palpable.

Cuando Vishal V. Sharma, moderador del Comité, anunció la aprobación sin objeciones, hubo gritos, abrazos, lágrimas y un repique de campanas que se extendió por las calles de la capital.

Los hechos: La festividad representa una simbiosis única entre liturgia católica y folklore popular boliviano que se renueva anualmente.

Durante más de dos siglos, miles de devotos participan en prenovenas, novenas y postnovenas.

La procesión central recorre las históricas calles de la capital.

La Entrada Folklórica moviliza a fraternidades, músicos y danzarines en un despliegue de música, danza y color.

Los ciudadanos —fraternidades, músicos, artesanos de la platería y devotos— mantienen la tradición activa.

El proceso de reconocimiento: El camino hacia la Unesco fue largo y exigente. El Órgano de Evaluación recomendó oficialmente la inscripción y resaltó los esfuerzos del Estado boliviano por integrar la tradición en el sistema educativo.

Durante la presentación en Nueva Delhi, la Vicepresidenta del Órgano de Evaluación elogió la labor de Bolivia en la salvaguardia de la festividad y en la formación cultural de los jóvenes.

Qué dicen: Las autoridades religiosas y gubernamentales celebran el logro con perspectivas complementarias.

Arzobispo Ricardo Centellas: “Es la primera expresión religiosa de Bolivia y una de las más antiguas en Latinoamérica”.

La ministra de Turismo, Cinthya Yañez, destacó tres beneficios clave: reconocimiento internacional de Bolivia como país de patrimonio vivo, fortalecimiento de la salvaguardia de la tradición y consolidación de la proyección cultural hacia el mundo.

Centellas también advirtió: “Hay muchas cosas por mejorar”, recordando que el título impone obligaciones de preservación.

Las celebraciones: La declaratoria desborda las calles de Sucre con misas, procesiones y una mini Entrada Folklórica con vehículos decorados.

Para el Gobierno boliviano, liderado por el Ministerio de Turismo, la inscripción refuerza la riqueza patrimonial del país.

Sí, pero: El reconocimiento no es un punto final sino una responsabilidad.

El título de la Unesco impone una obligación de preservar, proteger y fortalecer la festividad.

Cada ritual, cada danza y cada nota musical deberán mantenerse auténticos, garantizando que la celebración siga viva para generaciones futuras.

La conclusión: La inscripción como Patrimonio Cultural Inmaterial reconoce que la festividad de Guadalupe trasciende fronteras, pero su valor real sigue vivo en Sucre: en sus calles, en la devoción de los fieles y en la transmisión de tradiciones de generación en generación.

Más que un reconocimiento internacional, es un compromiso de preservar una expresión cultural que define la identidad de la ciudad y proyecta la riqueza patrimonial de Bolivia.