Ilustración: El Post/IA

Qué es Cloudflare y por qué su caída dejó fuera a miles de páginas web

El Post

Lo esencial: La caída global de Cloudflare de hoy dejó inaccesibles a X, ChatGPT, Spotify, Canva, videojuegos, medios y plataformas de trabajo. 

  • El incidente no fue un ciberataque, sino un fallo interno durante mantenimiento. La interrupción reveló que un porcentaje enorme de Internet depende de esta empresa para funcionar.

Por qué importa: Cloudflare es una pieza central de la infraestructura digital mundial. Su función es invisible para los usuarios, pero crítica para los sitios web.

  • Cuando falla, el efecto se multiplica: miles de páginas dejan de cargar aunque sus propios servidores estén en perfecto estado. 
  • La caída demostró el riesgo de un Internet altamente centralizado.

Contexto: Cloudflare presta tres servicios esenciales para millones de páginas web:

  • CDN (Content Delivery Network): una red que guarda copias del contenido en distintos países para que las páginas carguen más rápido.


  • Proxy inverso: una capa intermedia que recibe y organiza las solicitudes de los usuarios antes de que lleguen al servidor original.


  • Firewall y protección: filtra ataques y tráfico sospechoso para mantener seguros a los sitios.

Cuando alguno de estos componentes se interrumpe, las páginas dejan de ser accesibles, incluso si están activas.

Los hechos

  • Los primeros reportes vinieron de usuarios que no podían cargar contenido en X.


  • Cloudflare confirmó que investigaba una anomalía asociada a un “aumento inusual de tráfico”.


  • La empresa descartó rápidamente un ciberataque.


  • La causa preliminar fue un fallo durante mantenimiento programado en centros de datos de Tahití, Los Ángeles, Atlanta y Santiago de Chile.


  • La caída afectó a redes sociales, plataformas de IA, videojuegos, servicios empresariales, sistemas de pago y medios.


  • Hasta Downdetector, la plataforma para verificar caídas, quedó inoperativa porque depende de Cloudflare.

Análisis: El incidente evidenció una vulnerabilidad estructural:

  • Gran parte de Internet depende de unas pocas empresas para funcionar, lo que genera puntos únicos de fallo.
  • Aunque Internet fue concebida para ser descentralizada y resistente, hoy una interrupción en un proveedor como Cloudflare puede paralizar simultáneamente servicios esenciales para usuarios, empresas y sectores industriales.

Qué sigue: La caída reabre tres debates clave para gobiernos, empresas y usuarios:

  • Diversificar proveedores para reducir riesgos sistémicos.


  • Aumentar la redundancia real en la infraestructura crítica.


  • Exigir mayor transparencia en incidentes que afecten servicios globales.

La interrupción de Cloudflare no solo apagó miles de sitios: dejó en claro que la estabilidad de la vida digital moderna depende de infraestructuras que, aunque invisibles, son extremadamente sensibles a cualquier error.

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